Divino Niño Jesus de Praga, se tú el rey de nuestra vida. Llénanos de tu alegría y ayúdanos a abandonarnos en ti, para que seas tú quien guía nuestra vida y para que tu voluntad sea nuestra voluntad.
Hoy venimos ante ti a darte gracias por esta obra, por este carisma hermoso que llena nuestra vida de amor hacia ti y hacia nuestro prójimo y calma nuestra sed de tu presencia.
Hoy te damos gracias por nuestro Sacerdote Fundador y guía espiritual el Padre Mario Herrera que tanto bien nos ha hecho, que nos ha corregido cuando desviamos el camino, que nos ha enseñado y a través de quien tantas veces nos has permitido recibirte sacramentalmente y nos guías con tanto amor. Gracias porque con sus palabras y acciones te conocemos.
Sé Divino Niño, su defensor, cuando es atacado. Sé su compañía cuando está sólo. Sé su fortaleza cuando su corazón sea abatido. Se señor su amigo en todo momento. Santifica su vida y regálanos todas tus enseñanzas con su ministerio.
Te extrañamos amado Jesús en la Sagrada Eucaristía. Permítenos volver a recibirte pronto sacramentalmente.
Amen